Poemas a Miguel Hernández

Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz!
 
Manuel Gimeno Cervera.
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Va por ti Miguel.

 nº1
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Miguel
 .
Marcada a fragua, tu herida
hecha de fuego y palabra,
imponentemente erguida
sobre los campos de España,
llegó hasta mis oquedades
de versos configurada.
Y fue Orihuela mi esfera
y Alicante, mi morada
tras la huella incandescente
de tu agridulce batalla.
Con avidez sensitiva
bajo mis tardes tan largas,
busqué en tu mar el poema
donde atracara mi alma
de insondables lobregueces;
fue tu pluma espuma blanca
de aquel enérgico anhelo
que en tu legado descansa.
Y, así, mudo pasajero
de tu lira constelada,
entendí que la poesía
es hambre, es yugo, es la llama,
es el rayo que no cesa,
es el yunque de las lágrimas;
es huracán en las venas,
es libertad en las jaulas;
es, entre vida, entre muerte,
el asta de la esperanza.
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Mardy Mesén Rodríguez
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nº 2
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Cebolla, pan y vino

Callaré, me apartaré,
seré libre en mi agonía
con mi constante tristeza,
con la conciencia tranquila.
La luna llena brillaba
sobre mi frente vencida,
y el pálpito se hizo eco
entre lágrimas de ira.
El sol alumbró de pronto
el filo de las cuchillas
y el alba vistió de luto
los párpados de mi niña,
tiene los ojos cerrados
como un dios de blanca arcilla.
Mi corazón se estremece
cuando la tierra agoniza
bajo la oscura penuria.
Y el suspiro se amortigua
con cebolla, pan y vino
cuando sangran las heridas.
 .
Manolo Gimeno Cervera
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nº 3
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Dime, Miguel

Dime, Miguel, ¿por qué lloras?
¿Qué le reclamas al cielo
cuando en la omnímoda noche
ronda la muerte tus sueños?
¿Tiene sabor la amargura?
¿Qué te demanda el pretérito
siendo el presente futuro,
cuando el futuro es el miedo?
Duermen las flores perennes
en los balcones desiertos
de las secretas venturas,
cuando, con áureos destellos,
gimen las vísceras frías
por el rigor ceniciento
que se alimenta del hambre.
Pierde tu niña los besos
al recorrer el destino,
cuando el final es comienzo,
un lagrimal de cebolla
sobre tus versos eternos.

Marcos Circenses
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 nº 4
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Cancioncilla.

Con un ramo te brindo
de mil amores
a la luz de mis sueños
días y noches.
Miel de eucalipto
para que tu garganta
me llame a gritos.

Me declaro la escarcha
que ya conoces,
pasajero del alba
ese es mi nombre.
Hablo contigo,
si yo soy un atajo
tú eres camino.

Asomado a la vida,
costumbre y soles,
en silencio me esperan
piedras enormes.
Rueda en el río
la emoción de tenerte
tanto cariño.

Enrique Sabaté
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nº5
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Con la cebolla de Hernández
Miguel, VATE levantino,
casi cada noche sueño,
me va llevando su ritmo,
porque al leer sus POEMAS
se me pone piel de erizo,
cuando al paso de ir leyendo
voy quedando sumergido
en lo que su vida fue
cuando era pastor, de niño;
y crecía entre el ganado
pastando en campos baldíos
y entre sus manos portaba
como compañero un libro.
El tiempo pasaba raudo
en el campo alicantino
y se fue haciendo mayor
y fue encontrando su sitio,
¡pero mire usted por donde
que la Guerra Civil vino
y le arrebató la vida
después de mucho sufrido.

. Manuel Mejía Sánchez-cambronero-
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nº 6
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Aún recuerdo tus nanas
entre panes y cebollas
pastor de ovejas merinas
prisionero entre las sombras.
Muro de yugo y de flechas
que de las letras se cobra
el precio de la ignorancia
como machaca las coplas
de tu amigo granadino
enterrado en una fosa.
Él, con todos sus romances,
cava buscando la aurora
tú, con tu toro enlutado,
rimas de olivo que entona
al compañero Sijé
mientras la yunta se forja.

Antonio Roman Quesada
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 nº7
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Oh, Miguel, magno cabrero,
primogénito del alba,
atravesando el Atlántico,
con barro y fuego me llamas
a mojarme el corazón,
a salpicarme de plata.
¡Tu muerte muge con cólera,
pero tu vida le gana !
Que nada puede callarte:
mil batallones de guardias
civiles, cientos de guerras
a tratarlo no bastaran,
pues, cómo puede una nube
de sangre y mentira opaca,
pretender cubrir un sol
de una nitidez tan clara.
Ya duerme, mi buen Miguel,
tu bellísima venganza
la cobraron el amor,
el pueblo, la luz, España...
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Roberto Francisco Almeyda Rospigliosi
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 nº 8
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Dejadme la esperanza
 .
Si un solo trago es la muerte…,
tú ya bebiste ese trago.
.
Te liberaste del yugo,
del dolor atormentado,
de esas bocas amarradas,
del destino esclavizado.
Y te marchaste veloz
en busca de verdes páramos,
dejando en tu poesía
sentimientos desbocados.
.
Si un solo trago es la muerte…,
tú ya bebiste ese trago.
.
Miguel Hernández, ¡poeta!,
al infinito elevado,
con un corazón inmenso
cual torrente apasionado.
En batallar con las sombras,
la luz clara has alcanzado,
y en la luna de tu huerto
el fruto ya ha germinado.
.
Si un solo trago es la muerte…,
tú ya bebiste ese trago.
.
Mas el polvo del olvido
tu recuerdo no ha borrado,
porque tu sangre perdura
y se asienta en el costado.
Es el rayo que no cesa
y es amor enamorado,
es libertad sin cadenas
y sueños esperanzados
.
Si un solo trago es la muerte…,
tú ya bebiste ese trago.
Y en la raíz de la tierra
arde tu verso incendiado.
.
Carmen Aguirre
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nº 9
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El penal de mis congojas
.
Hoy se me acaba la vida
porque el penal me aprisiona
y mis huesos se deshacen
en la amplitud de las sombras.
Este dolor en el pecho
me dice que ya es la hora
de disiparme en el polvo
y reposar en la fosa.
Un niño chico, a lo lejos,
un niño chico solloza
en los brazos de amargura
que lo mecen en la alcoba.
¡Ay, fruto de mis dolores!,
¡hijo de mis congojas!,
tu madre te da cobijo
y con el hambre te arropa
mientras se cuaja mi sangre
y te llevo en la memoria.
.
María Rosales Palencia
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Nº 10
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A Miguel

Desde mi humilde escritura
incapaz de dejar huella
un enorme escalofrío
me acompaña hacia tu pena.
Siempre fuiste mi maestro,
la hoguera que arde sin leña
y es tu rebelde legado
la voz más pura y sincera.
Compararte es imposible
por más versos que uno lea.
!Ese rayo sólo es tuyo,
tú naciste ya poeta!
Nadie puede hacerle sombra
a tu pluma de luz ciega
ni al latido de esas manos
preñadas de luna y niebla.
Ojalá donde te encuentres,
no tengas que estar en vela
ni encarcelado ni triste
por el hambre de esta tierra.

Ana maría Valladolid
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nº 11
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A Miguel Hernández

¡Ay, qué tristeza pregonan
esos ojos de muchacho!...
¡Cuánto ha visto tu mirada!
¡Cuánto en tus ojos de campo!
¡Cuánto dolor en tus venas!
¡Cuánto esfuerzo y cuanto espanto!
Los grandes le hicieron corro
a tu agudeza de mago
y, en lágrimas de cebolla
ácida, por ti lloraron.
¡Cómo se marcha el talento!
Pobre, triste, atribulado...
Tras de sí melancolías
que son como latigazos,
que saltan generaciones
posteriores, como un gato
al que cortaran las uñas,
sin poder borrar su rastro.
¡Pobre el que verdades vende!
¡Pobre trigo, pobre grano!,
aunque, siendo el pan de pueblo,
no lo agostaron los años.
.
Inmaculada Nogueras Montiel
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nº 11
.
Miguel Hernandez
.
En la tinta de tu pluma
sollozaban los silencios
de un presente cruel y frío,
de un futuro gris e incierto,
que dormía entre las sombras
de los hombres prisioneros.
Prisioneros por pensar,
prisioneros por decreto
de la sórdida incultura
que dominaba el momento,
donde el hambre se reía
de las lágrimas del pueblo.
Entre el pan y la cebolla
nos regalaste tus versos,
donde por soñar soñabas
ver a tu niño riendo,
con diminutos azahares
frontera de nuevos besos.
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Tere Bas
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nº 12
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En Orihuela palpita
una pluma, que, desnuda,
fulgura en la lobreguez,
entre pobreza y gazuza.
Sobre tapices de versos,
se alinea en dura pugna,
un destino borrascoso
que lame el polvo sin culpa,
y de su herida sangrante
¡germinan grafías puras!
¡Oh, trovador que cediste,
una mente que elucubra,
tu flama que deja huella,
en miles de rimas cultas!,
si entre sórdidas paredes,
¡tu musa sigue fecunda!
Aunque esa imagen cansada,
reverbere ya en la tumba,
serás poeta por siglos,
brillando hasta en la penumbra.
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Miriam Chamba
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nº 13
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Llora la tristeza y gime
detrás de cada palabra,
cuando un jilguero escondido
desgarra la madrugada,
aunque su canto pretenda
dar tregua a tanta nostalgia,
su trino es canto y es lloro
que lleva plomo en sus alas,
y la muerte en sus pulmones
se columpia en cada rama...
Dudosa patria que fue,
antes que madre, madrastra,
y le niega aire y aliento
a tu voz que es pura llaga
con tres heridas que -vida,
muerte y amor- todas sangran
cuando te abruman las penas
de un dolor sin esperanza...
Uno mi llanto a tu llanto;
si nos traiciona la patria,
nos ha de matar, lo sabes,
una de las dos Españas.
.
Reyes Ferrándiz

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Grupo Malditos Bastardos
8 de Junio 2018