sábado, 13 de febrero de 2021

YO NO QUIERO 14 DE FEBRERO

 

Sonetos: "Día de los Enamorados"

Grupo Poético: Malditos Bastardos


SONETO I 

Yo no quiero 14 de febrero

Yo no quiero catorce de febrero,
pues, la cursilería me supera;
siento que yo no soy de esta era
por lo superficial y soy sincero.

Antes que un mal catorce yo prefiero
hallar un haz d
e luz en primavera

en donde pueda el rostro de quimera
ser visto ante lo vano y lo grosero.

No quiero más catorce porque el mundo
se incendia de «catorces» malhabidos,
no existe más aquel amor profundo

por tantos, tantos, tantos sinsentidos;
el amor es visual, ya no es fecundo,
estamos claramente muy perdidos.

Pietro Igarza

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SONETO II

Mis ojos llorarán, madre, por tí.

Yo no quiero catorce de Febrero,
para qué, si me aborda la tristeza,
el dolor me ha atacado con fiereza
desgarrándome el alma desde Enero.

Celebrar el amor ahora no quiero,
la amistad ha perdido su belleza,
la esperanza carece de grandeza
y no puedo vencer al derrotero.

Se ha marchado mi madre al infinito
concluyendo su ciclo terrenal,
y desde su aposento celestial

intervendrá por mí ante Dios bendito.
Pero mientras la calma vuelva a mí,
mis ojos llorarán, madre, por ti.


Luis Salvador Trinidad

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SONETO III

Catorce de febrero

Yo no quiero un catorce de febrero
ni fechas, por demás, condicionales,
lo cambio por los puntos cardinales
de un hombre con aroma aventurero.

Catorce de febrero yo no quiero
con escenas de amor disfuncionales,
me ciño a mis patrones hormonales,
mi excusa es el placer de cuerpo entero.

Yo solo vengo y voy de la faena
que implica el detonar de luna llena
en mis muslos de seda lujuriosos.

El tiempo es un gran mar sin calendario,
y el amor sopla igual, sin un horario,
en sus propios instintos ventajosos.

Mardy Mesén R.

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SONETO IV

Catorce en un soneto

Yo no quiero catorce de febrero
mientras estemos todos encerrados.
Teletrabajadores y parados
ya no tienen a quién decir " te quiero ".

Se fue la nieve y trajo el ventisquero
y no se marchó el virus a otros lados,
anunciándole a los enamorados
que ya no escucharán su sonajero.

Para sus relaciones ideales,
se convierten los besos en secreto.
Ya no retozarán como animales.

La vacuna será nuestro amuleto.
Solo quiero catorce en un soneto
o en un disfraz para los carnavales.

Juan Miguel Portillo

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SONETO V

 No y no


Yo no quiero catorce de febrero,

no quiero nada tuyo ¡zapatea!
a la cuenta de tres que no te vea
Cupido trasnochado y embustero.

No digas que me amas, traicionero,
celébralo si quieres con tu fea,
mi piel ya no te busca ni desea
así que ve dejando ese pelero.

Si no quieres usar un bisoñé
camina rapidito a la salida
antes que te convierta en consomé.

Mi loba despertó, no está dormida,
de flores y peluches me cansé...
¿contigo? ¡no y no, ni en la otra vida!

 Amelia Blanchard

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 SONETO VI

 Pongamos que fue el catorce de febrero


Yo no quiero catorce de febrero
como día especial para el amor;
pues sentir yo deseo desde enero
su lascivia, sus ansias, su calor.

Es que pienso: ¿Y si acaso antes me muero
sin haber deshojado ni una flor?
Además, necesito el monedero,
porque adquiere, ese día, gran valor:

un perfume, un liguero, una amapola,
una plancha, un pijama, una cestita
con un tarro de sales para el baño,

o una cena de pizza y coca-cola,
está claro, valdrá cualquier cosita
pa jodernos la vida todo el año.

Marcos Circenses

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SONETO VII

No quiero

Yo no quiero catorce de febrero
bajo el tema del mero consumismo,
que el amor ha de ser por amor mismo
día a día real, puro y sincero.

¿Para qué suspirar cuando el dinero
es quien surge con dotes de hedonismo,
colocando al real romanticismo
en las manos de un burdo lisonjero?

Sin embargo, amor, yo sí te quiero,
pero libre de precios y egoísmo,
pies de plomo y volando tan ligero,

que me libres el alma de este abismo
del amor consumista y lastimero,
el que vende la luz de un mecanismo.

Gema Sánchez

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SONETO VIII

 Sin calendario

Yo no quiero catorce de febrero,
pues no hay fecha del gozo y la alegría
para quien vive siempre en armonía
y siente en su interior lo verdadero.

Para mí el fiel amor es el brasero
que acompaña de noche o mediodía,
tanto en la soledad o en compañía
y el festejo responde al don dinero.

Festeja el sentimiento que libere
las cargas de este mundo divagante
y disfruta al oír a los canarios.

El amor verdadero nunca muere,
cual semilla que brota a cada instante
sin regirse de fechas ni de horarios.

 Isa Terenzano 

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 SONETO IX

 Amar

Yo no quiero catorce de febrero,
como tampoco quiero el veintitrés,
y, sin embargo, el doce…pues… ya ves,
el doce de febrero sí lo quiero.

Se levantó aquel doce bien guerrero,
digamos que bastante del revés,
y el hecho de nacer yo por los pies,
pues…tejieron mis células de acero.

Para el amor no tengo calendario;
y, si algún verbo adoro conjugar,
será, sin duda alguna, el verbo amar.

Además, por dos veces soy acuario,
que implica la emoción a flor de piel
y un cerebro girando en carrusel.

Teresa Fernández

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 SONETO X

 Soneto en EO

Yo no quiero catorce de febrero,
no me gusta que amarte sea impuesto,
que se deba poner de manifiesto
decir por sus cojones que te quiero.

Yo no quiero volver a ser cordero
y prefiero mear fuera del tiesto,
afrontar ese día con lo puesto
sin pagar la cenita y el florero.

Aunque sé que es contrario a tu deseo,
tan del "ohh" y dejar los ojos muertos
esperando a la cosa tras el beso

mas lo siento, mi amor, si no cameo
en su tiempo de flash y poco seso,
que al año ya hay mil días boquiabiertos.

 Juan Risueño

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 SONETO XI

 La piel de oso

Yo no quiero catorce de febrero,
ni tus besos de Judas Iscariote;
no he de pagar a medias ese escote,
ni marchitar en flores mi dinero.

Ya desisto de ser el caballero
que comparte, rendido, el camarote;
polizón, monicaco o monigote
que se arrastra implorándote un te quiero.

Quédate sin el perro y con la rabia
de haber desperdiciado un buen partido.
De este oso, su piel, ya no está en venta.

No vas a convencerle con tu labia,
pues de tus sortilegios anda huido.
Este tonto por ciento ya no renta.

Rufino García Álvarez

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 SONETO XII

 Te quiero

Yo no quiero un catorce de febrero,
en esa data gana el sin sentido,
no pretendo vibrar con un maullido
solo tengo en mi haber, amor sincero.

Cualquier día merece algún "te quiero"
sin tener que mentir acto seguido,
es mejor abrazar que hacer ruido
y entregarse al cariño verdadero.

No hay data para darle al nuevo día
un gracias al amor, veraz y puro,
todo momento es bueno ¡te lo juro!

Yo no quiero un catorce, vida mía,
me conformo tan solo con mirarte;
cualquier día es propicio para amarte.

 Ramón Bonachi

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 SONETO XIII

 Escarceo amoroso

Yo no quiero el 14 de febrero,

que te empuja al amor o al amorío,
y te obliga a bañarte en ese río
donde se baña a gusto el mundo entero.

Prefiero el otro amor, firme y austero,
tal vez el viejo amor del desvarío,
el que iba del beso al calofrío,
ese es el amor que yo prefiero.

Pero no está de más ese saludo
al viejo y admirado Valentín,
al que todos veneran, no lo dudo.

Quién sabe si el pobre santo, en el cielo,
sufre también ese mismo trajín
de haber de convertir un reto en duelo.

Angel Cazorla Olmo

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SONETO XIV

Revolutum

Yo no quiero catorce de febrero,

mi credo en el amor está de luto;
ni en el supermercado logro fruto,
me dieron por Cupido un usurero.

Tampoco es que su dardo de agorero
me malverse la vida, que disfruto;
mis sueños son un "todo revoluto"*,
y como cada día lo que quiero.

No me ofrezcan bombones con monsergas,
ni me vendan bomberos-trampantojo
hábiles en entrarte por el ojo.

Mejor quiero estar libre para juergas,
que en cuanto me inoculen la vacuna
no pienso escaquearme de ninguna.

Isabel Martínez 

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SONETO XV

Soso y sin sal

Yo no quiero catorce de febrero

con su tibia agonía de patronos
ni me sumo a las huestes donde Cronos
se hace dueño de capa y de sombrero.

No apetezco de un día zalamero,
yo soy más de derrotas y abandonos
y dejarme llevar como un colono
por la loca ventura del pionero.

Soy de luna de sangre cada escena,
por las noches y tardes de maldades,
y en el claustro soñar perversidades
como un aperitivo ante la cena.

En mi amor soy delito y soy condena,
sin pudor, sin deberes ni verdades.

Sinceramente, abades:
oculto una pasión casi infinita
y duele cuando el tiempo me la cita.

Enrique Sabaté
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SONETO XVI

Quien espera un año, espera un día más

Yo no quiero catorce de febrero,

prefiero más del quince al veintidós,
por más de una razón, ¡por más de dos!,
es más, mejor comienzo desde cero...

Ese día en cuestión el precio sube
de las rosas, perfumes, velas, ¡tés!;
no hay cupo en restaurantes ni en cafés...
¡ni hablar de ir a un hotel o de ir a un clube!

Pero, el día después, ya es otro el rollo:
la vida vuelve a su normalidad.
Las rosas, los diamantes de quilates,

las velas, los perfumes, y hasta el pollo
los comercios los vende a la mitad,
incluyendo también ¡¡¡los chocolates!!!

Renata Guitart
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SONETO XVII

Preséntame batalla

Yo no quiero catorce de febrero

que me imponga un amor de porcelana
el de una joya cursi con letrero
“Más que ayer, pero menos que mañana”

Yo quiero pelearme cada día
y hacer las paces al caer la noche,
en vez de la meliflua poesía
prefiero el rap con ritmo de reproche.

El amor ha de ser como la guerra
en que lo que se ansía es conquistar
y partir de inmediato hacia otra tierra
porque el guerrero nunca tiene hogar.

Preséntame batalla, pide duelo,
no vale ser la dama del pañuelo.

Ricardo Fernández Literatura
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SONETO XVIII

San Valentín

Yo no quiero catorce de febrero.

No necesito santo que me aliente
a prodigarte besos ciegamente
y a volcarme en tu causa por entero.

Rechazo aniversarios majaderos
con los que celebrar oficialmente
un amor que me abrasa vorazmente
sin fechas ni regalos zalameros.

Tuyo es, lo percibes, cuanto tengo,
sin que lo imponga un hato de ladrones,
y tu fiesta celebro cada día.

A tus ansias, con gusto , yo me atengo.
Al diablo pervertir los corazones
Mi vida es respirar tu cercanía.

Antonio Box
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SONETO XIX

 Día tras día

Yo no quiero catorce de febrero,

pues me gusta elegir día tras día
lo mejor que me brinda el mundo entero
y el sabor del amor y la alegría.

Yo no quiero mirar el calendario
para ver que me toca celebrar,
es mejor que gocemos a diario
que poner una fecha y esperar.

Además esta vida va que vuela
y no puedes dejar para mañana
la pasión de un destino caprichoso.

Es vital conseguir lo que uno anhela
y sentir que la dicha está cercana,
aunque venga con paso silencioso.

Tere Bas 

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SONETO XX

Lo que yo quiero

“Yo no quiero 14 de febrero”,
el día en el que en nombre de este santo
hay regalos que brillan por su encanto
para pagar caricias con esmero.

El año entero es todo lo que quiero
sin promesas de amor a cal y canto,
sin perfumes, brillantes ni quebranto,
sino con lealtad y amor sincero.

Ni catorce ni treinta, pues no hay fecha,
que enaltezca cimientos si no vibra
en su latir el pecho conmovido.

Por más que suba el costo de la flecha,
no existe amor si en la pasión no hay fibra
que le encienda cien velas a Cupido.

Belen Torres

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SONETO XXI

En el recuerdo.

Yo no quiero catorce de febrero,
ahora que ya muchos he vivido,
ahora que los años han afluido
con los tristes amores que no quiero.

Cuando con la mirada te enamoran,
cuando recién despiertas a la vida,
cuánta ilusión produce estar ceñida
a unos brazos y labios que devoran.

¡Qué bonitas las rojas clavellinas!
Cuando el día catorce te las daba,
¡cuánta era la ilusión por ese día!

Transcurridos los años no caminas
por el mismo sendero que cantaba
ese amante que amor me prometía.

Esther Gutierrez

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SONETO XXII

A boca llena


Yo no quiero un catorce de Febrero
ni el veintitrés tampoco me apetece,
ambos al recordar me desespero
y mi yo, sus presencias no agradece.

Aunque es San Valentín en esta fecha
y el amor lo transporta en su fardel
y dicen que al lanzarlo con su flecha
contagia sólo al roce con la piel.

Del amor yo prefiero contagiarme
con un mirar o un beso de una dama,
¿¡qué momento mejor para rozarme
y en el contacto se produzca llama!?

¡aunque fuera la llama del averno
e igual en el verano que en invierno…!

Manuel Mejía Sánchez- cambronero 
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SONETO XXIII

No pido tanto

Yo no quiero catorce de febrero
porque todos están muy ocupados
pretendiendo romances simulados
que planearon con calma desde enero.

Con trescientos sesenta y cuatro días
me conformo, mi amor, y con sus noches...
En ese tiempo, quiero que derroches
conmigo tus salvajes fantasías...

Ámame tú el primero, el tres, el cinco,
ámame el doce, el diez, el veintiocho...,
con obsesión, mi amor, no pido tanto.

Ámame con furor y con ahínco
de lunes a domingo, el once, el ocho...,
mas no lo hagas para cumplirle al santo.

Renata Guitart

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SONETO XXIV

El catorce del dos

Yo no quiero catorce de febrero
ni fiestas de guardar ni aniversario.
Nuestro amor no precisa intermediario
para que nazcan rosas en enero.

Sabes que estoy dispuesta y que te espero,
obviando lo que marque el calendario.
Yo quiero que me quieras, sin horario,
haga frío, calor o ventisquero.

Que se guarde sus flechas el arquero,
pues yo no necesito un emisario
para decirte, amor, lo que te quiero.

El catorce, del dos, no es prioritario
repetirte otra vez que por ti muero,
y que mi vida doy si es necesario.

Carmen Aguirre

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SONETO XXV

Yo no quiero un catorce de febrero

Yo no quiero catorce de febrero.

Pensar en ese día me acoquina;
no preguntéis la causa de mi inquina,
pues ni yo mismo sé qué es lo que quiero.

Quizás porque estos días de pandemia,
al no poder hablar codo con codo
con nadie, me ha afectado de tal modo
que ya empiezo a olvidarme de mi abstemia.

Y ahogando estoy mis penas con buen vino
para afrontar con clase el desatino
de votar, y quedarme tan telendo.

¡Catorce de febrero! ¡Vaya ganas
de hacer las elecciones catalanas,
con el COVID, con la que está cayendo!

 Reyes Ferrándiz 

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SONETO XXVI

Yo no quiero

Yo no quiero catorce de febrero
ni un absurdo festejo, ¡no me jodas!
Soy alérgica al fraude de las modas
y las huyo con ansia y desespero.

Lo que adoro es tu abrazo mañanero,
que me jures amor como en las bodas,
que me quieras comer si te acomodas
con tu cálida rosa en mi florero.

No me agrada la norma en las propuestas,
que me dicten las fechas de las fiestas
o se inventen contratos de patata.

Que te quedes conmigo necesito
para ser uno solo en el escrito
de quien muere de amor y amando mata.

María Rosales

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SONETO XXVII

Así quedó la cosa

¿Yo no quiero catorce de febrero?
¡Quién ha dicho tamaña tontería!
Si soñando yo llevo el año entero
con la cita que tengo en ese día.

Era una cita a ciegas. Yo invitaba.
Me gasté en esa cena un disparate;
pero me encantó ver que disfrutaba
del caviar y el souflé de chocolate.

Yo esperaba de él algún presente:
un pañuelo, un perfume o un anillo…,
mas de pronto al gachó le dio un repente
y sacando una alianza del bolsillo,

me agradeció la cena deliciosa,
y dijo de un tirón: ¡Ya tengo esposa!.

Y así quedó la cosa:
no hago más con Cupido ningún trato
porque el pobre angelito está cegato.

Carmen Aguirre

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SONETO XXVIII

Un catorce placentero

Yo no quiero 14 de febrero,
pues no vienen las blancas golondrinas
a llenarme de nidos el alero,
sosegadas, radiantes, cantarinas.

Aunque lluevan inviernos y veranos,
soy capaz de pasar la vida entera
sembrando la esperanza con mis manos
con tal de un día ser la primavera.

Quiero abrir mi corola majestuosa
y vestir de color el universo,
y ese día especial ser una rosa,
un beso o el perfume de mi verso.

Porque, por cuatro décadas, Febrero
nos regaló un catorce placentero.

Belén Torres

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SONETO XXIX

Calendario enamorado

“Yo no quiero catorce de febrero”,

yo quiero un calendario enamorado,
que olvidemos el mito del candado
mientras siembras con llaves mi florero.

Saltemos pues las puertas del potrero,
no somos los que buscan el juzgado,
hagamos delirar lo que han pactado
los tibios y su son camandulero.

Nos amamos mi amor. ¿Qué más importa?
Conocemos la miel en los panales
y el pesado aguijón que duele y corta.

Gritamos con fervor: ¡Somos reales!
Que Cupido nos dé justo en la aorta
despertando entre dulces bacanales.

Karla Jazmín

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SONETO XXX

No y no

Yo no quiero catorce de febrero
ni siquiera en sonetos, ¡qué osadía!
Tengo encuarentenada la alegría
y, por amor, me queda un agujero.

No quiero ser dramática, no quiero;
pero, si se atraviesa en ese día
Cupido, llamaré a la policía.
Es un irresponsable bandolero.

Voy a tomar sedantes hasta el quince.
Por favor, me despiertan con café
y algún ortopedista con la cura

para mi corazón, sufrió un esguince,
y un remedio quizá para la fe
en esta humanidad, y la factura.

Helena Restrepo

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SONETO XXXI

En nombre de lo vivido

Yo no quiero catorce de febrero
con cajita de amor reglamentario,
me sobra el corazón de calendario
que disfraza el cansancio prisionero.

No quiero resignarme, compañero,
a guardar la caricia en el armario;
si nos alcanza el beso sedentario
no invoquemos la tinta del esfero.

Ya sé que las costumbres son atroces
y desde fuera parecemos sabios
pero, en nombre de todo lo vivido,

prefiero que nos busquen los adioses
que dibujan sonrisas en los labios
antes que los despojos del olvido

Alejandra Arias

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SONETO XXXII

Tengo amor

Yo no quiero catorce de febrero
que anteponga el mercado a lo que quiero:
no anhelo la llegada del cartero
ni ser blanco mortal del gran arquero.

Tengo amor y lo cuido con esmero.
Mimarlo y guarecerlo es lo primero,
mas libre lo deseo y lo libero:
que vuele como pluma, tan ligero.

Eterno mi cobijo. Así lo espero,
a base de cariño bien certero;
entrega en alma y cuerpo por entero.

No admito en lobos pieles de cordero
que disparen sus flechas por dinero.
Yo no quiero catorce de febrero.

Edgar Masa

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Grupo Poético: Malditos Bastardos




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