(Primera Corona de Sonetos Eróticos)
Soneto
cero/madre
.
Arráncame la ropa con los dientes,
desnúdame, mi amor, como un poseso,
susúrrame al oído lo que sientes
y no dejes que un poro salga ileso.
.
No pares, hazme añicos con premura,
ardamos sobre el lecho devastado
al rítmico vaivén de la locura:
yo quiero ser tu gloria y tu pecado.
.
No tengas compasión, que me derrito
debajo de tu cuerpo poderoso;
ansío que te viertas enseguida.
.
Me fundo con tu piel. Te necesito,
sucumbo ante el orgasmo delicioso
y muero en el camino hacia la vida.
.
María Rosales Palencia
.
Arráncame la ropa con los dientes,
desnúdame, mi amor, como un poseso,
susúrrame al oído lo que sientes
y no dejes que un poro salga ileso.
.
No pares, hazme añicos con premura,
ardamos sobre el lecho devastado
al rítmico vaivén de la locura:
yo quiero ser tu gloria y tu pecado.
.
No tengas compasión, que me derrito
debajo de tu cuerpo poderoso;
ansío que te viertas enseguida.
.
Me fundo con tu piel. Te necesito,
sucumbo ante el orgasmo delicioso
y muero en el camino hacia la vida.
.
María Rosales Palencia
....................................................
Soneto I
.
Arráncame la ropa con los dientes
bajo tu desnudez clara y obscena,
bebe de mis gemidos insistentes
palpando esta pasión que me cercena.
.
Aférrate a mis muslos encendidos
con tu sexo procaz y aventajado,
deshójame los labios desvalidos
con tu lúbrico tallo sonrosado.
.
Que se desborde el néctar en jugosa,
balsámica, asfixiante fantasía
mientras besan mis pechos tu embeleso.
.
Si tu dicha se expande contagiosa,
si tu erguida ansiedad es mi ambrosía...,
desnúdame, mi amor, como un poseso.
.
Soneto I
.
Arráncame la ropa con los dientes
bajo tu desnudez clara y obscena,
bebe de mis gemidos insistentes
palpando esta pasión que me cercena.
.
Aférrate a mis muslos encendidos
con tu sexo procaz y aventajado,
deshójame los labios desvalidos
con tu lúbrico tallo sonrosado.
.
Que se desborde el néctar en jugosa,
balsámica, asfixiante fantasía
mientras besan mis pechos tu embeleso.
.
Si tu dicha se expande contagiosa,
si tu erguida ansiedad es mi ambrosía...,
desnúdame, mi amor, como un poseso.
.
.................................................
Soneto II
.
Desnúdame, mi amor, como un poseso,
hasta que arda la piel de nuestra hoguera,
donde es fuego el sabor de cada beso,
donde es llama el placer que por ti espera.
.
Pintemos de pasión nuestros gemidos
envolviendo de ardor la noche fría,
mientras moja el deseo los latidos
empapando tu vida con la mía.
.
Mi cálido interior espera ansioso
esa loca explosión descontrolada,
que se mece entre espasmos inconscientes,
.
y, en el cenit del punto más hermoso,
al notar mi respuesta desbordada,
susúrrame al oido lo que sientes.
.
Tere Bas
Soneto II
.
Desnúdame, mi amor, como un poseso,
hasta que arda la piel de nuestra hoguera,
donde es fuego el sabor de cada beso,
donde es llama el placer que por ti espera.
.
Pintemos de pasión nuestros gemidos
envolviendo de ardor la noche fría,
mientras moja el deseo los latidos
empapando tu vida con la mía.
.
Mi cálido interior espera ansioso
esa loca explosión descontrolada,
que se mece entre espasmos inconscientes,
.
y, en el cenit del punto más hermoso,
al notar mi respuesta desbordada,
susúrrame al oido lo que sientes.
.
Tere Bas
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Soneto III
.
Susúrrame al oído lo que sientes,
y quede, así, tu voz en mi memoria.
Me pones, cara mía, cuando mientes
diciendo que es lo mío pura gloria.
.
Bien sé que tus susurros son ficticios,
que gimes ensalzando mi soltura,
y solo eres la fuente de mis vicios
cautiva en el penal de la ternura.
.
Te das a la pasión en cuerpo y alma,
no exiges recompensa por tu entrega,
suplantas la alegría con la calma,
simulas el placer cuando me llega.
Soneto III
.
Susúrrame al oído lo que sientes,
y quede, así, tu voz en mi memoria.
Me pones, cara mía, cuando mientes
diciendo que es lo mío pura gloria.
.
Bien sé que tus susurros son ficticios,
que gimes ensalzando mi soltura,
y solo eres la fuente de mis vicios
cautiva en el penal de la ternura.
.
Te das a la pasión en cuerpo y alma,
no exiges recompensa por tu entrega,
suplantas la alegría con la calma,
simulas el placer cuando me llega.
Pero sigue,
mi amor, con el proceso
y no dejes que un poro salga ileso.
.
Marcos Circenses
y no dejes que un poro salga ileso.
.
Marcos Circenses
...................................................
Soneto IV
.
Y no dejes que un poro salga ileso
de este cuerpo que yace a ti rendido,
dibuja con tu lengua el recorrido
hasta el pliegue del ángulo de acceso,
.
donde la ninfa de tu boca, urgente,
me lleve a los abismos del orgasmo,
y en el tórrido culmen del espasmo
desborde la pasión de mi torrente.
.
Y a mis senos, dos ánforas sedientas,
dales el elixir que solicitan,
cual prímulas en pos de tu frescura.
.
Y adéntrate en mis aguas turbulentas
que al summun del placer se precipitan,
¡no pares, hazme añicos con premura!
.
Mari Carmen Rodríguez Camargo
Soneto IV
.
Y no dejes que un poro salga ileso
de este cuerpo que yace a ti rendido,
dibuja con tu lengua el recorrido
hasta el pliegue del ángulo de acceso,
.
donde la ninfa de tu boca, urgente,
me lleve a los abismos del orgasmo,
y en el tórrido culmen del espasmo
desborde la pasión de mi torrente.
.
Y a mis senos, dos ánforas sedientas,
dales el elixir que solicitan,
cual prímulas en pos de tu frescura.
.
Y adéntrate en mis aguas turbulentas
que al summun del placer se precipitan,
¡no pares, hazme añicos con premura!
.
Mari Carmen Rodríguez Camargo
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Soneto V
.
No pares, hazme añicos con premura,
dibuja la figura de mi fuente,
bebe de este licor dulzón y ardiente,
teje con esa aguja mi costura.
.
Luna, amanece el alba tan oscura,
una noche de sol incandescente,
frente a mis labios siempre estás presente,
mece en ellos el sur de tu cintura.
.
Tuya, en nuestro sesenta y nueve inmenso,
lamiendo el fruto más inmaculado,
vástagos complacidos con incienso.
Soneto V
.
No pares, hazme añicos con premura,
dibuja la figura de mi fuente,
bebe de este licor dulzón y ardiente,
teje con esa aguja mi costura.
.
Luna, amanece el alba tan oscura,
una noche de sol incandescente,
frente a mis labios siempre estás presente,
mece en ellos el sur de tu cintura.
.
Tuya, en nuestro sesenta y nueve inmenso,
lamiendo el fruto más inmaculado,
vástagos complacidos con incienso.
Quiero
hacerme cenizas a tu lado,
corramos juntos, un orgasmo intenso,
ardamos sobre el lecho devastado.
.
Antonio Roman Quesada
corramos juntos, un orgasmo intenso,
ardamos sobre el lecho devastado.
.
Antonio Roman Quesada
................................................
Soneto VI
.
Ardamos sobre el lecho devastado
en franca rebeldía con la muerte;
agónicos, mordamos lo sagrado
del fruto, que morir en ti es mi suerte.
.
Devuélveme la vida en un instante,
rozando con tus labios mis colinas;
enciéndeme de nuevo, dulce amante,
hurgando con tu lengua en mis esquinas.
.
Y no tengas piedad ante mi ruego
para que te detengas, amor mío,
con una maldición; mejor apura
.
tu danza sin descanso ni sosiego
hasta volverme agua, charco, río
al rítmico vaivén de la locura.
.
Helena Restrepo
Soneto VI
.
Ardamos sobre el lecho devastado
en franca rebeldía con la muerte;
agónicos, mordamos lo sagrado
del fruto, que morir en ti es mi suerte.
.
Devuélveme la vida en un instante,
rozando con tus labios mis colinas;
enciéndeme de nuevo, dulce amante,
hurgando con tu lengua en mis esquinas.
.
Y no tengas piedad ante mi ruego
para que te detengas, amor mío,
con una maldición; mejor apura
.
tu danza sin descanso ni sosiego
hasta volverme agua, charco, río
al rítmico vaivén de la locura.
.
Helena Restrepo
................................................
Soneto VII
.
Al rítmico vaivén de la locura
en éxtasis de viva displicencia
con flores pasionales de indecencia
y un ramo de sincrética impostura.
Soneto VII
.
Al rítmico vaivén de la locura
en éxtasis de viva displicencia
con flores pasionales de indecencia
y un ramo de sincrética impostura.
.
El vino de
la auténtica ventura
en copas de lascivia y apetencia
del árbol de la lúbrica imprudencia
que liban los amantes sin censura.
en copas de lascivia y apetencia
del árbol de la lúbrica imprudencia
que liban los amantes sin censura.
.
El tiempo de
los labios primorosos
que besan al amante traicionado
con húmedos idiomas prodigiosos.
que besan al amante traicionado
con húmedos idiomas prodigiosos.
.
En este ir y
venir desubicado
de cuerpos en volúmenes dichosos
yo quiero ser tu gloria y tu pecado.
.
Enrique Sabaté
de cuerpos en volúmenes dichosos
yo quiero ser tu gloria y tu pecado.
.
Enrique Sabaté
.................................................
Soneto VIII
.
Yo quiero ser tu gloria y tu pecado,
quemarte entre las llamas de mi averno,
ser brasa que alimente el fuego eterno
de tu cuerpo, aun orgiástico y prendado.
.
Invade mi marisma si has gozado,
avienta tu oleaje al ruego tierno,
vibrando en un espasmo sempiterno
con rítmico meneo desbocado.
.
No acalles tus jadeos hoy letales;
susúrrame el delirio ya descrito
en nuestras pieles vivas, celestiales.
.
Si vuelve a mi garganta un mudo grito
urgiendo por tus ósculos sensuales,
¡no tengas compasión, que me derrito!
.
Miriam Chamba
Soneto VIII
.
Yo quiero ser tu gloria y tu pecado,
quemarte entre las llamas de mi averno,
ser brasa que alimente el fuego eterno
de tu cuerpo, aun orgiástico y prendado.
.
Invade mi marisma si has gozado,
avienta tu oleaje al ruego tierno,
vibrando en un espasmo sempiterno
con rítmico meneo desbocado.
.
No acalles tus jadeos hoy letales;
susúrrame el delirio ya descrito
en nuestras pieles vivas, celestiales.
.
Si vuelve a mi garganta un mudo grito
urgiendo por tus ósculos sensuales,
¡no tengas compasión, que me derrito!
.
Miriam Chamba
.....................................................
Soneto IX
.
No tengas compasión, que me derrito
cuando te quitas ante mí tu falda,
mostrándome los bajos de tu espalda,
y en esa desnudez me precipito.
.
Y en ese precipicio te volteo,
te pido que cabalgues en mi vientre,
te exijo que tu ansia me descentre
y que no pongas freno a tu deseo.
.
Y me domas a mí que fui jinete
que consiguió a las yeguas dominar,
que preferí ser libre a ser esposo.
.
Y, rendido, suplico por grillete
que me ate para siempre en el pecar
debajo de tu cuerpo poderoso.
.
Ricardo Fernández Literatura
Soneto IX
.
No tengas compasión, que me derrito
cuando te quitas ante mí tu falda,
mostrándome los bajos de tu espalda,
y en esa desnudez me precipito.
.
Y en ese precipicio te volteo,
te pido que cabalgues en mi vientre,
te exijo que tu ansia me descentre
y que no pongas freno a tu deseo.
.
Y me domas a mí que fui jinete
que consiguió a las yeguas dominar,
que preferí ser libre a ser esposo.
.
Y, rendido, suplico por grillete
que me ate para siempre en el pecar
debajo de tu cuerpo poderoso.
.
Ricardo Fernández Literatura
.................................................
Soneto X
.
Debajo de tu cuerpo poderoso
se prenden mis sentidos en hogueras;
y al ardiente vaivén de tus caderas
asciendo hasta el confín de lo glorioso.
.
Sigue, mi amor, con ímpetu furioso
elevando, aún más, mis cordilleras;
que mis aguas se han hecho torrenteras
al roce de tu mástil amoroso.
.
En medio de esta fuerte marejada
que se alza de mi gruta estremecida,
siento latir la sangre, desbocada,
.
en la flor de mi llaga florecida…
Y, ante el fragor inmenso de tu espada,
ansío que te viertas enseguida.
.
Carmen Aguirre
Soneto X
.
Debajo de tu cuerpo poderoso
se prenden mis sentidos en hogueras;
y al ardiente vaivén de tus caderas
asciendo hasta el confín de lo glorioso.
.
Sigue, mi amor, con ímpetu furioso
elevando, aún más, mis cordilleras;
que mis aguas se han hecho torrenteras
al roce de tu mástil amoroso.
.
En medio de esta fuerte marejada
que se alza de mi gruta estremecida,
siento latir la sangre, desbocada,
.
en la flor de mi llaga florecida…
Y, ante el fragor inmenso de tu espada,
ansío que te viertas enseguida.
.
Carmen Aguirre
.....................................................
Soneto XI
.
Ansío que te viertas enseguida
sobre este corazón que se derrama,
mi cuerpo palpitante te convida
al cielo del placer, porque te ama.
.
Insiste en el dolor de mi santuario
y arrasa las columnas de este templo;
el fuego de mi cáliz incendiario
aumenta cada vez que te contemplo.
.
Ya casi, casi llego, me diluyo...
Mi cuerpo es un volcán y todo es tuyo,
pues dejo de pensar mientras me agito.
.
Después de que te duermas, apacible,
y sienta más amor de lo posible,
me fundo con tu piel. Te necesito.
.
María Rosales Palencia
.
Ansío que te viertas enseguida
sobre este corazón que se derrama,
mi cuerpo palpitante te convida
al cielo del placer, porque te ama.
.
Insiste en el dolor de mi santuario
y arrasa las columnas de este templo;
el fuego de mi cáliz incendiario
aumenta cada vez que te contemplo.
.
Ya casi, casi llego, me diluyo...
Mi cuerpo es un volcán y todo es tuyo,
pues dejo de pensar mientras me agito.
.
Después de que te duermas, apacible,
y sienta más amor de lo posible,
me fundo con tu piel. Te necesito.
.
María Rosales Palencia
........................................................
Soneto XII
.
Me fundo con tu piel. Te necesito,
perímetro de luz, fontana blanca,
ciñéndome en tus brazos, circunscrito
al ansia de tu voz siempre tan franca.
.
Me fundo con tu piel. Frágil tremolo
con una expectación de ala cobarde,
y extiendo el corazón, lo extiendo solo
por que espero que el tuyo lo resguarde.
.
Y caigo en tu marea, que me arrastra,
nocturna, dúctil, húmeda al empeño
de hacerte gozo en mí, de ser tu gozo,
.
cual rota por su base una pilastra,
y aislado por tu mar, como un isleño,
sucumbo ante el orgasmo delicioso.
.
Roberto Francisco Almeyda Rospigliosi
Soneto XII
.
Me fundo con tu piel. Te necesito,
perímetro de luz, fontana blanca,
ciñéndome en tus brazos, circunscrito
al ansia de tu voz siempre tan franca.
.
Me fundo con tu piel. Frágil tremolo
con una expectación de ala cobarde,
y extiendo el corazón, lo extiendo solo
por que espero que el tuyo lo resguarde.
.
Y caigo en tu marea, que me arrastra,
nocturna, dúctil, húmeda al empeño
de hacerte gozo en mí, de ser tu gozo,
.
cual rota por su base una pilastra,
y aislado por tu mar, como un isleño,
sucumbo ante el orgasmo delicioso.
.
Roberto Francisco Almeyda Rospigliosi
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Soneto XIII
.
Sucumbo ante el orgasmo delicioso
que tu caricia experta me procura;
y te siento voraz, casi goloso
lamiendo con tu lengua mi hendidura.
.
Al arquear mi vientre, ya adivino
la escultura de mármol de Carrara
(de un rosado imprudente, diamantino),
que tan solo a su roce me entregara.
.
Y vuelo sobre el mar, me descontrolo;
el éxtasis me lleva al universo
donde, tal vez allí, no esté perdida.
.
Y, escapando de todo protocolo,
sumerjo estas creencias en el verso,
y muero en el camino hacia la vida.
.
Teresa Fernandez
Soneto XIII
.
Sucumbo ante el orgasmo delicioso
que tu caricia experta me procura;
y te siento voraz, casi goloso
lamiendo con tu lengua mi hendidura.
.
Al arquear mi vientre, ya adivino
la escultura de mármol de Carrara
(de un rosado imprudente, diamantino),
que tan solo a su roce me entregara.
.
Y vuelo sobre el mar, me descontrolo;
el éxtasis me lleva al universo
donde, tal vez allí, no esté perdida.
.
Y, escapando de todo protocolo,
sumerjo estas creencias en el verso,
y muero en el camino hacia la vida.
.
Teresa Fernandez
.........................................................
Soneto XIV
.
… Y muero en el camino hacia la vida
sumido en un constante desenfreno,
sintiéndote a mi vera enloquecida
mientras libo en tus ninfas mucho y bueno.
.
Disfrutas mi bandera —bien profunda—,
sembrándote de goces magistrales,
haciendo trepidar, en la coyunda,
cada hebra de tus pliegues vaginales.
.
Y añoro, para ayer, hoy, y mañana,
que el son concupiscente hasta mejore,
gozado en mil maneras diferentes.
.
Pura mujer, paraclitoridiana,
es toda aquella que, febril, me implore:
¡arráncame la ropa con los dientes!
.
Francisco Martin
Soneto XIV
.
… Y muero en el camino hacia la vida
sumido en un constante desenfreno,
sintiéndote a mi vera enloquecida
mientras libo en tus ninfas mucho y bueno.
.
Disfrutas mi bandera —bien profunda—,
sembrándote de goces magistrales,
haciendo trepidar, en la coyunda,
cada hebra de tus pliegues vaginales.
.
Y añoro, para ayer, hoy, y mañana,
que el son concupiscente hasta mejore,
gozado en mil maneras diferentes.
.
Pura mujer, paraclitoridiana,
es toda aquella que, febril, me implore:
¡arráncame la ropa con los dientes!
.
Francisco Martin
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Grupo poético: Malditos Bastardos
25 de agosto 2018
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