Inhóspita Vida

Corona de Sonetos

Inhóspita Vida
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Soneto Madre
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Enfrentarse a las fauces de la inhóspita vida
es un largo proceso, una lucha doliente,
un impulso incansable de esperanza suicida
cuando el triste cobarde se transforma en valiente.
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El futuro interroga con sus zarpas de fiera,
con la pálida urgencia de apurar el momento
de librar la batalla, tras la espada certera,
y ganar el combate sin perder el aliento.
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Habitar sobre el polvo de la tierra salvaje
es un lapso de tiempo, la gloriosa andadura
al lejano horizonte del camino cansado.
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La victoria se encuentra disfrutando del viaje
si se vence a los monstruos de la crónica oscura
y el espíritu logra derrotar al pasado.
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María Rosales Palencia
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I
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Enfrentarse a las fauces de la inhóspita vida
es derribar los muros que propone el destino
en los azares múltiples que gravan su partida
y su halo insoslayable de pertinaz cretino.
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Es saber que en el velo del polvo del camino
la luz cela con suerte dispar, y entenebrida,
copiosa se disuelve sobre aquel que cansino
lo enfrenta con anhelos de tierra prometida.
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Ignorando la pena que a futuro contrae
la expectativa, si el fracaso, en su ferviente
espíritu, parásito se aloja y le distrae,
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su sostenido paso de soles en naciente,
pues desatar el nudo del bien que tanto atrae
es un largo proceso, una lucha doliente.
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Carlos Hernandez
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II
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Es un largo proceso, una lucha doliente,
una llaga perenne de mortal dentellada
que nos deja la duda, como deuda pendiente,
de una vida marchita por algún dios fraguada.
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Caminamos a ciegas por las dunas del tiempo
entre páramos yertos, hundidos en el polvo,
donde el todo y la nada luchan a contratiempo
y la razón se angustia cegada en el azolvo.
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A merced de los vientos, de un mar de incertidumbre,
como náufragos vamos bajo un cielo impoluto
estercolando el fondo de una tierra adulcida,
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como sombras difusas, sin luz que nos alumbre,
buscando en las tinieblas del ser tan diminuto
un impulso incansable de esperanza suicida.
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Mari Carmen Rodríguez Camargo
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III
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Un impulso incansable de esperanza suicida,
en su tesón, a ciegas, tiene la pretensión
de aferrar el transcurso de un ciclo sin salida,
queriendo y no pudiendo adaptar la razón.
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El tiempo se desliza con textura de seda,
esparciendo la pátina de la fugacidad,
mientras el ser se esconde tras frágil arboleda,
negándose a sí mismo su innata falsedad.
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Reniega la persona de su mismo talante,
de los muchos discursos y del propio apellido,
de espacio y de momento, que confunden la mente.
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Entre mareas duda el pensamiento errante;
y reacciona la fuerza, y cobra su sentido,
cuando el triste cobarde se transforma en valiente.
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Inmaculada Nogueras Montiel
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IV
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Cuando el triste cobarde se transforma en valiente,
epidermis rasgadas por la sangre palpitan,
y las ansias de rabia por la médula excitan
las arterias con paso descarado y caliente
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y es entonces que el Hado nos enjuga la frente
y las huestes más fieras del cariño militan
y los labios se expanden, y los párpados gritan
mientras vuelve la magia del errático ausente.
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Ese espíritu ronco que palpita en el suelo,
ese grito mojado por el verbo agresivo,
esa cárdena vulva que una cópula espera
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Como lirio el rocío desgranado del cielo,
cual libérrimo indulto, como mudo cautivo..
el futuro interroga con sus zarpas de fiera.
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Marisa Lozano Fuego
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V
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El futuro interroga con sus zarpas de fiera,
con tal seguridad al mar que nos separa,
y la sangre se excita con demencia severa
cuando el quejido corre por la piel de mi cara.
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Una lágrima fría viste de verde cera,
libre, devota, cómplice, con la voz, alta y clara,
con deseo liviano rodando en tu cadera
que sin temor acepta la luna que te ampara.
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Quien pudiera abrazar el cauce de tu llanto,
el brío de tu boca en la frialdad del agua.
Mi corazón ardiente, viejo como el lamento,
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vomita las espumas del amor, del quebranto,
lamiendo tu secreto debajo de tu enagua
con la pálida urgencia de apurar el momento.
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Manolo Gimeno Cervera
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VI
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Con la pálida urgencia de apurar el momento,
se estrangulan los versos de un poema marchito,
que agoniza en las fauces de un feroz lobo hambriento,
que destroza sus sueños, y que ahoga su grito.
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Encerrado se encuentra, sumergido en un pozo,
que se muestra inclemente con sus aguas amargas,
el dolor le lacera, ya no tiene alborozo,
y fenecen sus días y sus noches son largas.
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El dolor y el quebranto van dictando su suerte,
y su vida se escapa como el agua en las manos,
como fuego asesino de la hermosa pradera.
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Él no quiere esa vida, se resiste a la muerte,
porque piensa en su cielo, con saltar los pantanos,
de librar la batalla, tras la espada certera.
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Poly Gomez Flores
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VII
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De librar la batalla tras la espada certera
con heridas inmensas tan hondas como el mar,
descubrí que la vida jamás se recupera
del ultraje del tiempo si no logras luchar.
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Poco vale ser fiel al timo de olvidar
cuando duerme el soldado sin la fe más guerrera.
El coraje se enfría porque sabe callar
y fingir que no duele la verdad verdadera.
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Tanta fría coraza, tanto frío existir,
reconcome la sangre caliente y poderosa
sin firmar una tregua leal al sufrimiento.
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!Ay, qué amargo saber nos conduce a morir!
Más, me enfrento a mi misma, quiero ser valerosa,
y ganar el combate sin perder el aliento.
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Ana María Valladolid
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VIII
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Y ganar el combate sin perder el aliento
de la vida que emerge en floreciente rosa;
inspirar al poeta, con la pluma filosa,
a plasmar sus palabras y mostrar su talento.
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Contemplar la belleza de las altas montañas
o este cielo estrellado con su tono de albín,
testigos silenciosos del joven andarín
que le cuenta a la noche su vida y sus hazañas.
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Ayudar al que sufre avivando su lumbre
con palabras sinceras, que logren el arder
de esta llama perdida con su tierno mensaje.
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Contagiar el coraje al escalar la cumbre
de los diarios escollos, y que alcance el poder,
habitar sobre el polvo de la tierra salvaje.
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Isa Terenzano
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IX
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"Habitar sobre el polvo de la tierra salvaje"
sin palpar a la espina que lacera la huella ,
es contemplar el alba en medio del follaje
inducido tan sólo por la luz de una estrella.
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Y estancar el torrente , será un intento vano,
ni es perpétua la rosa más allá de un abril ;
Se deslíen las horas como nieve en la mano,
si el color neblinoso se transforma en añil .
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Y así, del árbol seco se asomarà un retoño ,
y será primavera y otra vez el otoño ...
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Porque verás camino mientras puedas andar.
Ni se tarda el verano ni el invierno perdura.
Y aunque sientas que un siglo se hace eterno al pasar,
"es un lapso de tiempo la gloriosa andadura" .
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Claudia Beatriz
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X
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Es un lapso de tiempo la gloriosa andadura,
la juventud, el alba, la copa más ardiente;
una sed que con fuego lleva su singladura
hasta puertos ignotos, sedosa y diligente.
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Es tan solo un instante, un misterioso arrullo,
abrevar de esa fuente sin preguntarnos quién
suplantará la sombra del imperioso orgullo
que vistió nuestros pasos hasta lo eterno. Amén.
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Por eso, entonces, ¡bebe!, ¡domina tempestades!,
sigue la musa interna que tu ilusión desata
bajo la fresca brisa del cielo sonrosado.
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Porque todo termina, son breves las bondades,
y tu brío divino la invicta vida empata
al lejano horizonte del camino cansado.
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Mardy Mesén Rodríguez
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XI
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Al lejano horizonte del camino cansado
que te mira y se aleja, que te tienta al olvido
cual si fuese estandarte de otro viejo soldado
que fenece en el fango de la lid que ha perdido,
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¿Quién responde al pasado? ¿Qué le espera al futuro?
¿Se disuelve el anhelo como en olas de espuma?
se desgarra la gavia bajo el trueno mas duro,
se deshuesa el tinglado, la esperanza se abruma.
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desandando los pasos sin pisarlos siquiera,
¿qué decir del latido que se ahoga en el pecho?
¿dónde hallar el impulso que rompe el oleaje?
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una chispa, una clave sin pensar que es quimera:
de la suerte de inicio y hasta el último trecho
La victoria se encuentra disfrutando del viaje.
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Oscar Hernández Benavente
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XII
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La victoria se encuentra disfrutando del viaje,
pero ¿qué travesía nos dará en recompensa?,
un afán andariego con inmenso equipaje
y un cerebro que nunca cesará en lo que piensa.
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Polvorienta la planta, envidiando el plumaje,
sabedores que el Tiempo nos cobrará la ofensa
de durar, de existir..., y el odioso bagaje
de una vida tan larga y por eso indefensa.
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El amor, ese yelo que nos echa su yugo,
el instinto del sexo, ese horror que nos salva,
todo quiere quebrarnos, todo hundirnos procura.
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Pero hay algo muy hondo que no puede el verdugo
de la vida arrancarnos: ¡ el prestigio de un alba,
si se vencen los monstruos de la crónica oscura!
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Roberto Francisco Almeyda Rospigliosi
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XIII
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Si se vence a los monstruos de la crónica oscura,
volverán la energía, el amor y los sueños,
y una nueva ilusión, nos hará de sutura,
mitigando el dolor que mató los ensueños.
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Si enfrentamos los miedos, prodigamos sonrisas
y rompemos barreras que provocan dolor,
se abrirán horizontes con idílicas brisas
y un armónico canto sonará en derredor.
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Todo está en que vaciemos de rencores y enojos
el pesado zurrón que atenaza y aprieta
y lancemos al aire el temor silenciado.
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Liberar la conciencia es abrir los cerrojos,
es romper ese nudo que nos duele e inquieta,
y el espíritu logra derrotar al pasado.
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Verso Prisionero
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XIV
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Y el espíritu logra derrotar al pasado
cuando al fin descubrimos que el futuro no es otro
que el espectro ladino, un vulgar desquiciado,
que reclama al presente su final en el potro.
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Presupone, la mente, que nos paren eternos
y no existen fronteras tras el turbio horizonte.
Preterimos que anclamos en los vastos infiernos
tras pagarle tributo al anciano Caronte.
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Y una mácula infecta, un baldón, nos pervierte,
con la sombra impoluta de las artes mundanas.
Pero somos la nada, esa nada inquirida
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por el todo que anhela el pretérito inerte.
Solo tienen por meta, nuestras luces livianas,
enfrentarse a las fauces de la inhóspita vida.
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Marcos Circenses
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 Grupo Malditos Bastardos
27 de Abril 2018