****
Poemas y Sonetos Guarrindongos
Nº 1
El mástil
Ya se eleva
ese mástil portentoso,
para asombro
de propios y de extraños,
presumiendo
de porte vigoroso,
a través de
una serie de peldaños.
En su firme
y voraz arboladura
se dibujan
las líneas de unas velas,
tenues
tildes que firman la armadura
con la
rúbrica añil de las cautelas.
Se desmaya
el anhelo con la brea
que pigmenta
los mares de bermejo;
es el cambio
mensual del aparejo
que se mece
a la par con la marea.
La goleta
abroquela su compás
y cabalga
las olas por detrás.
..............................................
Nº 2
¿Te
acuerdas?...
¿Te acuerdas
de esa braga transparente,
orlada de
sutil y negro encaje,
que hizo se
te cargara el fuselaje
y echaras a
volar ardientemente?
¿Te acuerdas
que te vino, de repente,
un deseo
irrefrenable de abordaje,
y follarme
allí mismo, entre el follaje,
con tu
rígida espada combatiente?
¿Te
acuerdas?... ¡Di, que no lo has olvidado!
Pues me
quité las bragas en el coche,
y nada,
entre las piernas, traigo puesto.
¿Qué te
pasa? Te noto desganado…
¡Apresura,
que ya llega la noche
y preciso
sentir tu miembro enhiesto!
Mi cuerpo
está dispuesto;
mas tu
mástil, en vez de crecer, mengua…
¡Ven, y
hazme un paraíso con la lengua!
......................................................
Nº 3
REENCUENTRO
CON UNA EX-NOVIA
Viajé hasta
Barcelona para ver a unos socios,
amañé tres
contratos e hice buenos negocios.
Y para
celebrarlo me propuse cenar
en el sitio
más caro, famoso y elegante.
Cuándo de
punta en blanco llegué hasta el restaurante,
el cuarteto
de cuerda empezaba a tocar.
Era un
cuento de hadas, de tules y oropeles,
candelabros
de oro y bordados manteles.
Quedé
desconcertado cuando en el comedor,
divina,
deslumbrante y sola en una mesa,
irradiando
hermosura estaba cuál princesa,
quién hace
muchos años fue mi primer amor.
Galante y
educado le di un beso a Marisa
y me invitó
a sentarme con su mejor sonrisa.
Fue una cena
increíble, no paramos de hablar,
nos pusimos
al día de todos esos años,
sentí que
algo pasaba, que no éramos extraños,
que empezaba
a inquietarla mi forma de mirar.
Me comentó,
nerviosa, que estaba en un congreso,
pero yo
hablé del cine de nuestro primer beso,
de nuestra
inexperiencia y de cuánto la amé,
de todos los
poemas que escribí para ella,
de que me
había dejado una indeleble huella,
de cómo
quedé hundido la noche que se fue.
Bebimos todo
el vino y seguimos charlando
y al final
con champán terminamos brindando,
la mire
descarado con toda la intención
y aunque
habíamos hablado de tomar otra copa,
mentalmente
empezamos a quitarnos la ropa
y nos fuimos
corriendo para su habitación.
Rodeando a
Marisa mis brazos su cintura,
a quitarle
el vestido empecé con dulzura.
Acaricié sus
pechos sobre el sujetador
y me sentí
dichoso de tenerla conmigo,
le baje
dando besos más allá del ombligo,
le arranqué
con los dientes su braguita de Dior.
Respirando
pasión degusté sus gemidos,
el aroma en
mis labios de sus dulces latidos,
ardiente y
extasiada en mi boca estalló.
Comenzó a
desnudarme y a lamer mis pezones
disfruté sus
caricias sin poner condiciones,
y al fin
quien se entregó a sus labios fui yo.
Fue el
inicio perfecto de una fogosa noche
de caricias
y besos, de sexo y de derroche,
de subir
hasta el cielo, de creer hasta en Dios,
de comer la
manzana, de probar lo prohibido;
fue la noche
más loca que jamás he vivido,
tras el
último orgasmo nos dijimos adiós.
...............................................
Nº4
Amor en
internet
Tu sonrisa,
tu gesto, tu mirada,
solo fue una
ilusión, una quimera,
en la helada
esperanza naufragada.
Entre letras
y lágrimas de cera
muere este
corazón enloquecido
maldiciendo
las llamas de tu hoguera,
evitando
pensar en lo vivido.
Sobre el
frío aparato del teclado,
te conozco y
me ignoras, abatido,
y, tú sabes,
que sigo enamorado,
de tus ojos,
tu pelo, tu sonrisa,
y suspiras,
respiras, indecisa,
dejando el
sentimiento congelado.
.................................................
Nº 5
Todos creen
perder la calma
cuando les
muestro turgente
esa fruta
diferente
que a la vez
rompe y empalma.
¿De verdad
no ves mi alma
que desnuda
luce ingente;
y si en pena
va, indigente,
no aparenta
ni la enjalma?
Pues dale
arroz a la zorra,
—que el abad
lo recomienza—
y mira bien
que se corra,
entiéndeme…
de vergüenza,
y date buena
vidorra
hasta que el
cuerpo te venza.
........................................
Nº 6
Le diré,
señora mía,
que no es
cosa baladí
el sentir,
cuando la vi,
que luce la
luz del día;
y fue mucha
la alegría
que en
cierta parte sentí;
sudé,
balbucí, latí,
pensando en
la fantasía
de que la
mar me llevaba
hasta el
mismo acantilado
que ruge si
la mar crece.
Me cita la
espuma brava,
iré,
entonces, a su lado
y veremos
qué acontece...
........................................
Nº 7
La noche de
aquel día
Me propuso
un amigo darnos un homenaje
erótico
festivo a la orilla del mar.
Y yo, que
estaba ansiosa, asentí sin dudar,
mostrándole
al instante mi lado más salvaje.
Me quité de
un tirón mis braguitas de encaje,
y empecé
poco a poco sus labios a besar;
y busqué su
entrepierna para masajear
la gloriosa
dureza de su anhelado aguaje.
El agua
desbocada, de mi fuente fluía,
del centro
de la noche buscaba luna llena…
Y aunque el
pobre muchacho su empeño le ponía,
se le negó
su espada a subir a mi almena
¡Menuda
nochecita, la noche de aquel día,
solo recogí
el polvo que soltaba la arena.!
......................................
Nº 8
Morir de
amor
Yo no muero
de un simple devaneo,
ni del
obsceno acoso de la muerte.
Moriría tan
solo por tenerte
temblando
entre mis brazos de deseo.
Moriría
contigo de placer
cabalgando
al contacto de tu labios,
como amantes
legítimos y sabios
dispuestos a
gozar y a perecer.
Moriría de
amor sobre tu pecho,
lubricando
de versos tus oídos,
excitándote
el alma y los sentidos,
y aliviando
tu pálpito maltrecho.
Moriría, al
instante, de pasión,
si al
surcar, con el éxtasis, la luna,
volara con
tan mágica fortuna,
que
incendiara la arcana dimensión.
Moriría de
muerte repentina
si los
sueños vetaran tu presencia,
si
extirparan el soplo de tu esencia
cubriéndolo
de un manto de neblina.
........................................
Nº 9
El higo
Algo extraño
sucédeme contigo
al mirar la
textura de tu planta,
la que
excita mis ansias de mendigo;
algo extraño
que, a veces, me atraganta.
¿No será
que, al estar maduro el higo
y comerlo a
la par que se levanta
el capullo
floral que está al abrigo
de tu
experta y magnífica garganta,
una mata del
pelo que, en la piel
que rodea la
pulpa suculenta,
con texturas
de cítricos y miel,
de esa fruta
carnal que me alimenta,
se desplaza,
silente y sin cuartel,
por la
lengua y mitiga mi carpanta?
.............................
Nº 10
¡Ay, si
pudiera!
Si pudieran
mis labios
lidiar con
el ardor que me sofoca,
y entre
vapores sabios
deslizar por
tu boca
mi lengua
bailarina, obscena y loca…
Si pudieran
mis besos
acariciar tu
piel semisalvaje,
y algunos
universos,
sintiendo mi
“lenguaje,”
cantaran por
tan lúbrico abordaje…
Si pudieran
mis manos,
explorar el
tesoro entre tus piernas,
y unos roces
cercanos,
o unas
caricias tiernas,
lograran
turbulencias sempiternas…
Si pudiera
mi voz
endulzar la
tibieza de tu oído
y, al
instante, veloz,
vibrara un
estallido…,
¡haría, sin
licencia, lo prohibido!
....................................
Nº 11
SUCEDE
Sucede que
tu amor tiene vecina,
que un día
va y se compra sonotones
y se para a
escuchar en los rincones
por darle a
sus oídos medicina.
Y pasa que
tu amor en su rutina
gritaba un
animal a borbotones,
y hasta que
insonorice habitaciones
tienes que
silenciarle la bocina.
De fragoroso
y eficaz amante,
deviene
aquel Sansón de los bramidos
—libre de su
cabello altoparlante—
en un
desangelado alicaído
que no sabe
prender sin carburante,
paria de los
amores asistidos.
...............................................
Nº 12
ARTES
AMATORIAS
Absténgase
señora multiorgásmica
que un
servidor no está para estos trotes
y búsquese a
un mancebo con más dotes
por mor de
juventud citoplasmática.
Venga
después a mí, que —desbravada—
mi faena de
capa y de muleta
hará que
pida indulto a este poeta,
al descubrir
que nunca fue la espada
la que ganó
las guerras amatorias.
Hay antes y
hay después, porque la suerte
suprema de
la lidia no es la muerte
por pequeña
que sea. Las victorias
no se
fraguan con música, la calma
apasiona
mejor a cuerpo y alma.
.......................................
Nº 13
UN POTRO
GRIS
A tus ojos
carbón canta mi anhelo
al turbador
rubor de tus mejillas,
a tu cara
juvenil y sencilla
y a las
negras guedejas de tu pelo.
He cantado
mis amores y celos,
a tus
silencios, desde mis cuartillas,
tus risas
frescas como campanillas
y a tus
labios rojizos terciopelos.
Es el tiempo
en que mi mano varonil
me reclama
el contacto de tu pecho,
tus caderas
y muslos y tus nalgas.
Acariciarte,
recorrer tu perfil,
acompañarte
lentamente al lecho
y ser tu
potro gris mientras cabalgas.
........................................
Nº 14
AMOR ANIMAL-
No pidas que
no te ame.
Pide que no
te dé tregua .
Pídeme ser
tu mi yegua
y yo seré el
potro infame
que
montándote te lame
y que te
muerde en el cuello.
No verás
nada tan bello,
tan puro,
tan animal,
como es el
amor brutal
hasta quedar
sin resuello.
................................
Nº 15
Bésame…
Oh, amor,
ven, acurruca
tu boca
sobre mi espalda,
muerde o
rásgame la falda,
¡bésame, por
Dios, la nuca!
El tiempo,
altivo, caduca.
Se impone,
concupiscente,
un temblor
intermitente:
incentivar
la pasión
con un plus
de perversión,
¡y que
estalle la corriente!
.................................
Nº 16
A una vieja
puta
Tiene la
puta el coño ya reseco
y marchito
su vientre impenitente.
La vejez le
ha dejado el pecho seco,
y aún así la
puta tiene un cliente.
Enjuto se
ve, débil, muy enteco,
perdido por
la vida el aliciente;
tan exiguo,
con pinta de muñeco,
de frágil
marioneta penitente.
El verlo
así, pueril, tan desdichado
y solo, sin
amor, la conmovió;
Pobre sujeto
tan poco agraciado,
hombre que
con mujer jamás yació.
Y la hetaira
su amor le ha dispensado.
¡La vieja
puta, sí, se enterneció!
......................................
Nº 17
Bragas con encaje
(Soneto
inglés)
Me gustan esas bragas con encaje…
–tan negras, como negros son tus ojos–.
Me muero por quitarle los cerrojos
y entrar seguidamente al abordaje.
El brillo alentador de tu mirada
–promesa de infinitas sensaciones–
consigue despertar a mis leones,
y me urge atravesarte con mi espada.
Así que mi señora, dueña mía,
ve y tiéndete de espaldas, ¡mira al cielo!
que voy a arar el surco de tu anhelo
con toda la pasión de mi ardentía…
Me gustan esas bragas con encaje…
–tan negras, como negros son tus ojos–.
Me muero por quitarle los cerrojos
y entrar seguidamente al abordaje.
El brillo alentador de tu mirada
–promesa de infinitas sensaciones–
consigue despertar a mis leones,
y me urge atravesarte con mi espada.
Así que mi señora, dueña mía,
ve y tiéndete de espaldas, ¡mira al cielo!
que voy a arar el surco de tu anhelo
con toda la pasión de mi ardentía…
E iremos cabalgando
al mismo son
hasta que se desboque el corazón.
hasta que se desboque el corazón.
.................................
Nº 18
ESO FUE AYER
!Me exprimí cinco veces en un día!
! Está muy bien a los sesenta y siete !
Me encuentro satisfecho tras el brete:
desafío ganado ! Qué alegría !
Alguno reirá de mi porfía
y alguno pensará ¡qué matasietes!
Pero a decir verdad, ni mozalbete
puse en práctica tanta teoría.
De principio a final, sin muchas prisas.
Pues claro , fueron cinco; un buen aprieto
y podrá dar fe de ello mi mujer.
!Me exprimí cinco veces en un día!
! Está muy bien a los sesenta y siete !
Me encuentro satisfecho tras el brete:
desafío ganado ! Qué alegría !
Alguno reirá de mi porfía
y alguno pensará ¡qué matasietes!
Pero a decir verdad, ni mozalbete
puse en práctica tanta teoría.
De principio a final, sin muchas prisas.
Pues claro , fueron cinco; un buen aprieto
y podrá dar fe de ello mi mujer.
Unos solemnes, otros entre risas.
Siempre termino si me comprometo:
cinco sonetos, “cinco”, eso fue ayer.
...............................
Nº 19
AL FIN
Al fin dejé
de ser solo su amigo
y en la playa, una noche de locura,
la desnudé, despacio y con dulzura.
De sus labios ardientes fui mendigo,
con su cuerpo perdí toda cordura,
la besé cada poro sin censura
y bajé dulcemente hacia su ombligo.
y en la playa, una noche de locura,
la desnudé, despacio y con dulzura.
De sus labios ardientes fui mendigo,
con su cuerpo perdí toda cordura,
la besé cada poro sin censura
y bajé dulcemente hacia su ombligo.
Me apretó la
cabeza en un espasmo
y en mi boca estalló como un alud,
después me hizo gozar con gratitud
y en su boca fluí con entusiasmo.
Fue una noche de sexo y plenitud,
fue una noche de nueva juventud,
fue una noche de orgasmo tras orgasmo.
y en mi boca estalló como un alud,
después me hizo gozar con gratitud
y en su boca fluí con entusiasmo.
Fue una noche de sexo y plenitud,
fue una noche de nueva juventud,
fue una noche de orgasmo tras orgasmo.
.......................................
Nº 20
Los surcos
de tu piel
Son tus aguas más dulces que la miel,
la savia de tu cuerpo estremecido,
que brota de los surcos de tu piel
cuando el llanto acaricia tu gemido.
Beberé de tus aguas clandestinas
que nacen al contacto de mis dedos
cubriéndote de amor entre neblinas,
abrazado a tus pechos y a tus miedos.
Y sueño con tu sueño más cercano
cuando mi alma se funde entre tus venas;
rojas están las lunas, más hermosas.
Y fuimos más allá de lo profano,
liberando la piel de sus cadenas,
bajo un cielo de estrellas silenciosas.
.............................
Nº 21
EL ARTE DEL
FORNICIO
Yo os ofrezco mi gracia,
si vos queréis, caballero,
y a cambio de buen dinero
admirareis mi eficacia.
Soy flor de la aristocracia
convertida en cortesana,
soy una brava romana
que os procurará placer…
¡Pagad! y podréis saber
que a puta nadie me gana.
Que en el arte del fornicio
yo aventajo a Mesalina,
a Julia y a Catalina,
porque aprendí bien mi oficio.
Lo vais a pasar de vicio
retozando entre mis piernas…
Y a la luz de las lucernas
dejaré caer mis velos,
y os elevaré a los cielos
al furor de mis galernas.
Yo os ofrezco mi gracia,
si vos queréis, caballero,
y a cambio de buen dinero
admirareis mi eficacia.
Soy flor de la aristocracia
convertida en cortesana,
soy una brava romana
que os procurará placer…
¡Pagad! y podréis saber
que a puta nadie me gana.
Que en el arte del fornicio
yo aventajo a Mesalina,
a Julia y a Catalina,
porque aprendí bien mi oficio.
Lo vais a pasar de vicio
retozando entre mis piernas…
Y a la luz de las lucernas
dejaré caer mis velos,
y os elevaré a los cielos
al furor de mis galernas.
................................
Nº 22
Anoche
Anoche te abrazé sobre mi cama
haciéndote el amor de tal manera,
que fui como conejo en primavera
inventando maromas en la grama.
Anoche fuiste mía sin recelos
y me perdí en tus dotes magistrales,
bebiéndome tus néctares sensuales
que me hicieron subir hasta los cielos.
Anoche me enredé entre tus encantos
y dimos rienda suelta a las pasiones,
de repente un orgasmo, entre quebrantos,
reventó cual volcán, en erupciones.
Fue uno, y uno más; luego unos cuantos,
crujiendo, de cansancio, los colchones.
Anoche te abrazé sobre mi cama
haciéndote el amor de tal manera,
que fui como conejo en primavera
inventando maromas en la grama.
Anoche fuiste mía sin recelos
y me perdí en tus dotes magistrales,
bebiéndome tus néctares sensuales
que me hicieron subir hasta los cielos.
Anoche me enredé entre tus encantos
y dimos rienda suelta a las pasiones,
de repente un orgasmo, entre quebrantos,
reventó cual volcán, en erupciones.
Fue uno, y uno más; luego unos cuantos,
crujiendo, de cansancio, los colchones.
................................................
Nº 23
Trabajo
manual
Anoche me
pusiste como estopa,
que ardía con la llama de tu fuego,
nos quitamos fogosos nuestra ropa,
y empezamos aquel ardiente juego.
que ardía con la llama de tu fuego,
nos quitamos fogosos nuestra ropa,
y empezamos aquel ardiente juego.
Me pedías
que al cielo te subiera,
que mi lengua te hiciera buen trabajo,
estabas mas candente que una hoguera,
pidiéndome placer con desparpajo.
que mi lengua te hiciera buen trabajo,
estabas mas candente que una hoguera,
pidiéndome placer con desparpajo.
En medio de
ese juego cadencioso,
oíste que te hablaban tus papás,
privándote el orgasmo majestuoso
y dejando el deseo a mí de más.
oíste que te hablaban tus papás,
privándote el orgasmo majestuoso
y dejando el deseo a mí de más.
Y el juego
terminé pues soy humano,
haciéndome justicia con la mano.
haciéndome justicia con la mano.
.......................................................
Nº 24
La noche más
ardiente
Empiezas por
el bosque de mi mente
y bajas recorriendo, poro a poro,
mi cuerpo tan brillante como el oro,
preludio de la noche más ardiente.
y bajas recorriendo, poro a poro,
mi cuerpo tan brillante como el oro,
preludio de la noche más ardiente.
La fiera que
despierta de repente
me arrastra con empuje y sin decoro
al dulce movimiento, tan canoro,
de cóncavo y convexo, suavemente.
me arrastra con empuje y sin decoro
al dulce movimiento, tan canoro,
de cóncavo y convexo, suavemente.
Henchido
ante el ardor de mi laguna,
yo noto en lo profundo tu lucero
y siento que las pieles se hacen una.
yo noto en lo profundo tu lucero
y siento que las pieles se hacen una.
Derramas en
mi vientre tu aguacero
de estrellas desprendidas de la luna,
parando en mi reloj su minutero.
de estrellas desprendidas de la luna,
parando en mi reloj su minutero.
.....................................
Nº 25
EROS : LOS
PASOS NECESARIOS
Hasta
alcanzar la gloria deseada
he de morir
por ti, devotamente;
Controlar
mis impulsos de riada
que amagan
desbordarte brutalmente.
Sosegada mi
mente , te acaricio.
Te miro con
amor y reconozco
en tus
ojazos negros los indicios
de un deseo
de sexo que conozco.
Mis manos se
atragantan con tu seno .
Siento tu
taquicardia y tu mis pulsos;
mis labios
te recorren infinita.
De tu sal y
tu olor yo me enveneno.
Nuestros
cuerpos buscándose convulsos.
Te penetro;
! tu cuerpo entero grita !.
.....................................
11/5/2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario