Resurrección y Muerte de un Cadáver

(Cadáver Exquisito)
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Comienzo el credo
y amputo el primer miembro
que da vida a la muerte. Tengo miedo
del cadáver que en estos versos siembro.
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El rezo sigo:
y, como soy segundo,
escribiré, por ser del muerto amigo,
un elogio fugaz del inframundo.
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Rasgo su pecho
como buen cirujano
y, al mirarlo desnudo sobre el lecho,
siento su rigidez. Tiembla mi mano.
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Le pondré ojos,
le daré una mirada,
a ese montón de parches y despojos
que lucha por ser alguien sin ser nada.
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Noto un temblor
en sus labios resecos
y me hiela la sangre un estertor.
¡De sus últimos versos, quedan ecos!
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Corto de un tajo
la lengua comedianta.
Su satírica burla me distrajo
cuando estaba amputando la garganta.
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Guardo su nombre
en la gaveta oscura,
ojalá que esta noche no me asombre
si lo escribe en su mano sin blancura.
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Toco su cara,
teñida de ceniza,
como si un frío cruel la atosigara
y su nariz perdida se le eriza.
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Me pongo a punto
y lanzo el bisturí
al pescuezo de garza del difunto;
y su rostro se muestra fijo en mí.
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Como un destello,
la vanagloria hundida
de su alma me ha tomado por el cuello,
y veo en su oquedad mi propia vida.
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Bello dislate
que nadie concibió;
de tu existencia, culpa al necio vate
que con su ciega pluma a luz te dio.
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-"Cuando yo muera
y me vistan de duelo,
enterradme a la sombra de una higuera.
¿Será ya primavera allá en el cielo?"
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¿Quién dijo eso?
¿Sus versos nos susurra?
¿Cosido el corazón se siente preso?
Quizá un libro completo se le escurra.
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Se va escurriendo
la tinta del poema…,
mas yo sigo el cadáver componiendo
para salvar al muerto de la quema.
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¿Oyen su rezo?
Lo murmura bajito;
¿no ven aquel intento de bostezo?,
¡se mueve!, y por el miedo yo tirito.
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Voy sin demora
al tema misterioso:
el gélido cadáver de la aurora
que grita desde el ángulo del foso.
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No, no es que grite,
ni son ritos paganos,
presiente que su cuerpo se derrite,
preparadle un cubata, mis hermanos.
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¿Será posible?
camina muerto en vida,
se ha mostrado en un cielo incomprensible,
cerrando el ataúd se abrió su herida.
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Pues acabado;
el cadáver viviente
que entre tantos poetas han creado
descansa en paz y muere finalmente. 

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Aquí tenéis el monstruo que hemos creado 18 cirujanos de afilado bisturí. Por orden de intervención: Ricardo Fernández, Marcos Circenses, Mar García, Tere Bas, Rufino García, Teresa Fernández, Amelia Blanchard, Isa Terenzano, Manuel Mejía, Mardy Mesén, Azarías DLeyre, Manolo Gimeno, Helena Restrepo, Carmen Aguirre, Mayka Fe, Maria Rosales, Antonio Román, Poly Gómez y Ricardo Fernández.

Grupo : Malditos Bastardos

4 de Julio 2018.